lunes, 30 de enero de 2012

Comentario de "The Making of a Professional Translator"

Tras la lectura del artículo The Making of a Professional Translator de Emmanuel Margetic, en mi opinión uno de los puntos más reseñables es la interdisciplinareidad de la traducción. Suena a algo que se podría decir de muchas profesiones; al final y al cabo, muchos trabajos requieren el dominio de más más de un área de conocimiento.

Sin embargo, en el ámbito de la traducción este fenómeno ocurre en su máximo exponente. Fuera del  mundo académico y profesional traductológico, la mayoría de la gente piensa que traducir es simple y llanamente dominar dos idiomas. En España es muy común durante la primera etapa laboral del casi o recién licenciado, la del becario, que las empresas exijan inglés; y que este becario, estudiante de farmacia o ingeniería naval o periodismo, por decir alguna, acabe traduciendo documentación del inglés al español, y lo que es más grave, del español al inglés. Sin ninguna formación traductológica, ahí están; y nadie niega su capacidad para reconocer y traducir tecnicismos propios de su campo, o incluso ejemplos aislados de personas a las que realmente se le dé bien la labor de traducir.

Pero nosotros, que estudiamos para ello, que hemos escuchado tantas veces eso de "ah claro, es que tú hablas muy bien inglés, la carrera la tienes chupada", sabemos que no basta con dominar nuestra segunda lengua. Que para empezar, hay que conocer bien la lengua nativa; las cuestiones más lingüísticas, un manejo de la sintaxis, un léxico amplio y apropiado. Que además, todo (buen) traductor es consciente de que no basta con conocer la lengua meta; hay que adentrarse en la cultura, en la sociedad, en las cuestiones extralingüísticas de un colectivo.

Y por si fuera poca tal inmersión hay que, como quien dice, renovarse cada día o morir. Porque las sociedades y las culturas cambian; el ser humano como especie se transforma en conjunto, cada vez más rápido. Y como el hombre es un animal de costumbres, las costumbres de hoy influirán en las de mañana; al igual que las de ayer influyeron en lo que somos hoy. Y por ello, el aliado más valioso de cualquier profesional de la traducción del siglo XXI son las nuevas tecnologías: las herramientas TAO en su totalidad, con sus ventajas y desventajas, y su constante cambio.

Creo que lo más apasionante de la traducción es justo lo que la hace más compleja: la sed de conocimiento, la voluntad de ponerte en la piel del otro, la capacidad para aunar tecnología y corazón. Darse cuenta de que a pesar de todos los sistemas y máquinas de traducción automática y lo eficaces que puedan ser, el traductor es un ser humano; un ser consciente, inteligente, capaz de encontrar una solución válida para unir dos puntos que por si solos no se pueden conectar. El traductor como vínculo social, cultural, lingüístico... el traductor como intermediario.



Para leer el artículo en inglés, hacer click aquí.

sábado, 28 de enero de 2012

Introducción

Empiezo por segunda vez a elaborar este blog, con el objetivo de llevarlo más día a día y desarrollar las competencias necesarias para sacar el máximo partido a esta asignatura. Me propongo realizarlo de forma más extensa y detallada que la vez anterior.

La importancia de las nuevas tecnologías, los recursos web y el casi infinito “mundo virtual” resulta innegable a día de hoy. El desarrollo informático ha cambiado los hábitos y la manera de concebir las relaciones sociales, tanto a nivel personal-emocional como a nivel grupal-profesional. Con respecto al entorno laboral, hay pocas profesiones que no se hayan visto influidas por ese aspecto; y para la práctica de la traducción no iba a ser menos.

Resulta inevitable y necesario renovarse cada día; consultar todos los recursos de los que ya disponemos y conocer otros nuevos para poder ampliar nuestro abanico de posibilidades y desempeñar mejor nuestro trabajo. También tenemos que aprender a filtrar sus contenidos y descartar lo poco útil o mal documentado; cuanto más conozcamos, más certero será nuestro juicio y mayor rendimiento sacaremos de todos esos recursos. De ahí que el subtítulo de este blog sea la famosa cita del filósofo helvético Jean-Jacques Rousseau: "Nuestra curiosidad es proporcional a nuestra cultura"; la curiosidad nos proporcionará sabiduría, y la sabiduría nos provocará más curiosidad.

Con ello, no sólo mejoraremos nuestro uso de herramientas y técnicas traductológicas: también podremos contactar con otros profesionales, formar parte de plataformas o grupos dedicados a la práctica de la traducción, contactar con posibles futuros clientes y aumentar nuestra distancia de alcance, etc. No podemos omitir la validez de medios “clásicos” como diccionarios, bibliotecas y archivos, informes y memorias en soporte físico, etc.; pero resulta indiscutible que limitarse a esa metodología producirá resultados obsoletos. No es incorrecta pero sí resulta insuficiente, porque el impacto de la informática y las nuevas tecnologías en nuestro entorno sociocultural es cada vez mayor; y sería un grave error negarlo o ignorarlo.

Me gustaría destacar una web que ya conozco; no por ser esta la más importante o con mayor notoriedad, sino porque personalmento sigo sus proyectos. Se trata de PACTE, un grupo de investigación cuyo objetivo es indagar sobre la competencia traductora y su proceso de adquisición con el fin de conseguir una mejora en la enseñanza de la traducción. En su página web podemos informarnos de una variedad de actividades (seminarios, proyectos, entrevistas, congresos, etc.); y desarrollan una investigación empírico-experimental dedicada específicamente a la tecnología aplicada a la traducción.

A modo de comentario personal, me atrevería incluso a decir que, como jóvenes y futuros traductores nacidos en esa nueva forma de vida, no podemos cometer el error de auto limitarnos. Ya estamos acostumbrados a escuchar a profesores y profesionales explicando la labor del traductor como mediador de culturas, como intermediario en un proceso comunicativo. Y no sólo estamos acostumbrados a escucharlo, sino que poco a poco lo vamos descubriendo por nosotros mismos, “sufriendo” las consecuencias en nuestra propria piel. Y esas culturas que tenemos que “conectar” no son estáticas; como tampoco lo son los individuos que las conforman, las ideas que las definen y caracterizan, las normas que las rigen y estructuran, etc.

Entonces está claro que un traductor tampoco puede permanecer invariable; tiene que poseer una conciencia histórica. Resulta esencial reconocer las identidades culturales que debemos poner en contacto; tanto su situación pasada como el estado actual en el que se encuentran. Una vez que hemos sido capaces de establecer ese vínculo común entre dos ajenos, nos orgullecemos al decir que con la traducción podemos poner en contacto directo dos realidades separadas en el tiempo y en el espacio. Así que para terminar esta reflexión, yo me pregunto: No desempeñan la traducción y las TIC una función similar? Porque si es así -y así lo parece-, queda manifiesto el nexo irrefutable entre ambas: y con ello, el necesario desarrollo de nuestras competencias en este campo.





BIBLIOGRAFÍA:
- http://es.wikipedia.org/
- http://grupsderecerca.uab.cat/pacte/es/content/la-tecnolog%C3%AD-aplicada-la-traducci%C3%B3n
- http://indexbonorvm.blogspot.com/2010_10_01_archive.html