jueves, 26 de abril de 2012

TRADUCCIÓN AUDIOVISUAL III: SUBTITULACIÓN PROFESIONAL Y NO-PROFESIONAL

El objetivo de la subtitulación interlingüística es hacer que la producción audiovisual (películas, programas y series de televisión, etc.) sean comprensibles en otros idiomas idioma, sin modificar el audio original; puesto que la traducción audiovisual incluye también el doblaje, proceso que no analizaré en este blog.

Sin embargo, aunque la subtitulación y el doblaje son obviamente diferentes, tienen una característica común muy importante: ambos interpretan la realidad. El producto final tiene que ser comprensible tanto a efectos lingüísticos, como socioculturales. Esta característica es propia de la traducción en sí; el traductor es siempre una especie de intermediario, ya sea dicho producto final físico, audiovisual, simultáneo, virtual, etc.

La labor de un subtitulador es pues muy completa, que incluye investigación, localización, traducción, y composición de subtítulos. A menudo son profesionales que trabajan directamente para una empresa, una cadena de televisión, una productora, etc. No obstante, también se pueden encontrar traductores freelance; si bien la inmensa mayoría no lo hace de forma profesional.

De hecho, ese espectro de subtituladores no-profesionales es amplio y conocido por todos; la mayoría de las producciones descargadas de Internet en versión original van acompañadas de subtítulos realizados por ellos. Estos subtítulos a menudo se denominan “fake subtitles” o “subtítulos falso”, puesto que las personas que los producen no son traductores profesionales. Son fans, y si acaso muy entendidos del tema; de hecho, alguna vez se puede encontrar un proceso de subtitulación de cierta calidad. Sin embargo, a menudo se cometen graves errores de traducción; tanto en el plano lingüístico como en el extralingüístico.


Además, la mayoría de las veces la traducción no se hace directamente de la lengua origen a la lengua meta. Si la lengua origen es el inglés o el español, ambas muy comunes en todo el entramado de Internet, no existe demasiado problema. Pero si por ejemplo la lengua origen es el ruso, y la lengua meta es el francés, a menudo la traducción se efectúa a través de una “lengua pivote”; primero se traduce del ruso al inglés, por ejemplo, y luego del inglés al francés. Así, todo el proceso puede verse desvirtuado si la traducción primera a esa “lengua pivote” es incorrecta.

Por si fuera poco, existen ciertas “normas de subtitulación” para que dicho proceso sea lo más eficaz posible; directrices que los subtituladotes no-profesionales se saltan de forma sistemática. Algunas de esas normas son:

• Respecto a la cuestión de los colores de los subtítulos, se recuerda que se debe aplicar a cada personaje un color de caracteres diferente.
• Los efectos sonoros habrán de ir en rojo o azul sobre blanco y las canciones en azul sobre amarillo.
• El tamaño de los caracteres ha de ser de doble altura, el interlineado sencillo, y su ubicación en la parte inferior de la pantalla, ocupando también, como máximo, dos líneas.
• Por lo que se refiere al tiempo mínimo que tienen que permanecer en pantalla los rótulos, habrá de ser de 19 (expresado en número máximo de caracteres por segundo), incluyendo espacios en blanco entre palabras y los signos de puntuación.
• Siempre que sea factible, este tiempo mínimo debe aumentarse para facilitar la lectura
comprensiva.
• Han de respetarse los criterios gramaticales y no partir unidades lógicas del discurso.
• Asimismo, se concede una gran importancia al sincronismo entre los mismos y las imágenes y el sonido, ya que así se facilita la comprensión de los contenidos.
• La locución de personajes que no salen en pantalla (voces en off) también ha de ser subtitulada.





BIBLIOGRAFÍA:
- http://www.ucm.es/info/civil/herpan/centro/4_normas_subtitulado.pdf

viernes, 20 de abril de 2012

TRADUCCIÓN AUDIOVISUAL II: EL PROCESO DE SUBTITULACIÓN

Por lo general, el subtitulador trabaja con una lista de comandos y diálogo, que se le proporcionan en el idioma de origen. En el mejor de los casos se obtiene una secuencia de comandos de post-producción, que incluye todo el diálogo; lo que podríamos denominar como “lista maestra”. No obstante, es importante repasar todo el diálogo marcado; a veces hay errores y discrepancias entre dicha transcripción y el diálogo real de la película.

En caso de que el subtitulador no obtenga esa “lista maestra”, debe realizahttp://www.blogger.com/img/blank.gifr él mismo dicho proceso. Se suele utilizar software especializado que facilita el trabajo considerablemente; un ejemplo de dicho software podría ser el programa Poliscript.



Todos los sistemas de subtitulación hoy en día usan los códigos de tiempo. Este código de tiempo proporciona una dirección de 8 dígitos para cada fotograma de un vídeo. En los programas tipo Poliscript, los códigos de tiempo se muestran de forma permanente. El código de tiempo muestra "horas: minutos: seconds.frames", como por ejemplo 01:28:15.09. Hay dos puntos entre horas, minutos y segundos; y entre los segundos y los frames, un punto. Con la ayuda de dichos códigos de tiempo, el subtitulador puede ir calculando los tiempos de exposición para cada grupo de subtítulos.

Para que el proceso de subtitulación sea productivo, debemos tener en cuenta ciertos parámetros:

Posición en la pantalla
Los subtítulos deben situarse en la parte inferior de la pantalla, con el fin de no interrumpir la acción de la imagen. El único caso en el que el subtítulo puede cambiar su posición es cuando algo importante se muestra en dicha parte inferior de la pantalla. Los subtítulos puede entonces situarse bien por encima, bien en la parte superior de la pantalla.
Los subtítulos pueden ser ya sea centrada o pueden aparecer en el margen izquierdo de la pantalla.

Número de líneas
No puede haber más de dos líneas máximo; de lo contrario, los subtítulos abarcarían una zona demasiado amplia de la pantalla, y se interrumpiría la narrativa visual.
Si sólo hay una línea que se muestra, se puede colocar tanto en la línea superior o inferior. La primera opción resulta más fácil para el espectador, puesto que está acostumbrado a empezar a leer el subtítulo por esa línea. La segunda opción, por otro lado, es mejor para el ámbito visual puesto que interfiere mucho menos en la imagen de fondo.


Número de caracteres por línea

La mayoría de las fuentes afirman que el número no debe exceder los 35 - 40 caracteres por línea. En el caso de que quisiéramos introducir más, los caracteres serían demasiado pequeños y resultarían difíciles de leer. Por otro lado, en el caso de quisiéramos introducir menos, las omisiones del texto origen serían excesivas.

Tipo de letra
De acuerdo con la mayoría de las fuentes, es recomendable utilizar tipos de letra sin serif, como la Arial; ya que su legibilidad es mayor que la de los tipos de letra con serif, como la Times New Roman.

jueves, 12 de abril de 2012

TRADUCCIÓN AUDIOVISUAL I: INTRODUCCIÓN

El objetivo de esta parte de mi blog es contribuir a la exploración del interesante (pero a menudo olvidado o infravalorado) campo de estudio de la traducción audiovisual; y concretamente, la de la subtitulación. Dedicaré la última parte de mi portfolio a profundizar en la situación pasada, actual, y futura de una rama traductológica que tiene más impacto del que se la concede.

La traducción audiovisual (y particularmente la subtituación) es una rama de los estudios traductológicos descuidada por los investigadores hasta hace relativamente poco. Como resultado de esta marginación, el subtitulador en realidad no sabía exactamente cómo debia realizar su trabajo. Esta situación ha ido mejorando en los últimos años, debido sobre todo a la ESIST (European Association for Studies in Screen Translation). Se ha empezado a desarrollar la investigación académica en este campo, y se han publicado varias obras relativas a la traducción audiovisual.


Las características particulares de la traducción audiovisual, y especialmente las de la subtitulación, es que poseen una limitación de espacio y tiempo; la frase traducida tiene que ser incluso más breve que la original por varias razones. En primer lugar para no ocupar demasiado espacio en la pantalla; en segundo lugar, para adecuarse al tiempo de exposición del subtítulo; en tercer lugar, para permitir pequeñas pausas entre la desaparición de un subtítulo y la aparición del siguiente; y en cuarto lugar, para adaptarse a un formato de subtitulación general.

Por si no fuera poco, debe demás adecuarse a la velocidad media de lectura del espectador. Y si analizamos todas las formas de subtitulación, nos encontramos también con las características especiales de la subtitulación con objetivos específicos: como lo es la subtitulación para sordos, o la subtitulación-descripción para ciegos. Sin embargo, en este blog nos centraremos más en la dimensión interlingüística de la subtitulación (la directamente relacionada con la traducción), que con la intralingüística.

No obstante, este enfoque inicial global deja entrever el enorme potencial de la traducción audiovisual en general; y todos los factores señalados dejan patente que el proceso de subtitulación es muy distinto del de la traducción literaria.

jueves, 5 de abril de 2012

Localización: Traducción Web

 ¿Qué es la localización?
En términos generales, el proceso de localización pretende adaptar en términos culturales y lingüísticos un producto de cualquier índole a una sociedad o lengua determinada. Está conformado por varias etapas que pertenecen a diversos ámbitos de especialización;  por ejemplo: la gestión de terminología, la elaboración de guías de estilo, la traducción en sí, etc. 
De forma errónea nos referimos a este proceso como “traducción de páginas web”. Sin embargo, esta denominación no es sólo incompleta; sino que además es muy imprecisa y pasa por alto muchas de las fases que componen el proceso de localización, algunas de ellas independientes del trabajador lingüístico, de índole más técnica, que precisan otro tipo de profesional para ser procesadas (diseño gráfico, marketing, programación, etc.).
Existen diferentes tipos de localización que podrían resultarnos de interés.
Localización de programas informáticos: LPI. Referente a todo lo relacionado con la traducción de software; a la traducción y localización (adaptación cultural y lingüística) de programas informáticos, aplicaciones, productos multimedia y otras utilidades. Se trata de contenidos creados en lenguaje de programación, que a menudo requieren una traducción compleja que incluya: 
- Código de software
- Interfaz de usuario, pantallas de ayuda, instrucciones, menús, etc.
- Manuales; contratos de licencia 
- Declaraciones de renuncia de responsabilidad legal y confidencialidad
- Contratos de garantía 
- Material de marketing y contenido del packaging
- Contenido relacionados a la cultura y a las costumbres del consumidor final


La traducción de software se encuentra a caballo entre la traducción técnica, jurídica y económica; lo que dota de una complejidad especial su elaboración. Por esta razón el traductor ha de conocer las bases legales de los contenidos a traducir así como las existentes en la cultura meta, pero además  debe ser fiel a las estrategias de marketing de la empresa y adaptar el lenguaje a ello, un rasgo tan importante como respetar la terminología de especialidad. Este tipo de labores a menudo se realizan por un equipo de localización y traducción. 
Localización de contenido web: LCW. Referente al contenido recogido en Internet, de carácter mucho más abierto y dinámico; creado en lenguaje de etiquetado o lenguaje de marcas, más universal que el lenguaje de programación.
El creciente éxito de la traducción y localización de contenidos Web se debe a que Internet constituye una importante vía de comunicación y expansión a nivel internacional, favoreciendo el acceso a mercados globalizados. El contenido de la página web debe presentarse adaptado a la cultura meta; debe resultar "natural" para el receptor.
En cambio, la localización y traducción de contenidos web también contiente ciertas complicaciones y obstáculos técnicos, relacionados con el formato de creación que provoca a menudo problemas en el intercambio de contenidos de diferente formato. Para evitar este problema, cada vez son más los formatos estandarizados (como el formato TMX propio de las MT). 

Conclusiones


Quizás una de las mayores diferencias entre ambos tipos de localización, si bien el proceso genérico es el mismo, sea el receptor. En este caso la diferencia es innegable: mientras que para la LPI el cliente es el fabricante del producto, para la LCW el cliente puede ser cualquier usuario de la red. Por ello, la primera tendrá un carácter más personalizado y estático, mientras que la segunda deberá ser capaz de abarcar un perfil más y dinámico. La propia evolución de la Web, que dejó de ser 1.0 para fomentar y adaptar los entornos colaborativos en un etapa 2.0, y que actualmente se encuentra incluso en una fase 3.0 a causa de la globalización, hace que el dinamismo del proceso de localización sea total.









BIBLIOGRAFÍA: