¿Qué es la localización?
En términos generales, el proceso de localización pretende adaptar en términos culturales y lingüísticos un producto de cualquier índole a una sociedad o lengua determinada. Está conformado por varias etapas que pertenecen a diversos ámbitos de especialización; por ejemplo: la gestión de
terminología, la elaboración de guías de estilo, la traducción en sí, etc.
De forma errónea nos referimos a este proceso como “traducción de páginas web”. Sin embargo, esta denominación no es sólo incompleta;
sino que además es muy imprecisa y pasa por alto muchas de las fases que
componen el proceso de localización, algunas de ellas independientes del
trabajador lingüístico, de índole más técnica, que precisan otro tipo de
profesional para ser procesadas (diseño gráfico, marketing, programación, etc.).
Existen diferentes tipos de localización que podrían resultarnos de interés.
Localización de programas informáticos: LPI. Referente a todo lo relacionado con la traducción de software; a
la traducción y localización (adaptación cultural y lingüística) de programas
informáticos, aplicaciones, productos multimedia y otras utilidades. Se trata
de contenidos creados en lenguaje de programación, que a menudo requieren una
traducción compleja que incluya:
- Código de software
- Interfaz de usuario, pantallas de ayuda,
instrucciones, menús, etc.
- Manuales; contratos de licencia
- Declaraciones de renuncia de responsabilidad
legal y confidencialidad
- Contratos de garantía
- Material de marketing y contenido del packaging
- Contenido relacionados a la cultura y a las costumbres
del consumidor final
La traducción de software se encuentra a caballo entre la
traducción técnica, jurídica y económica; lo que dota de una complejidad
especial su elaboración. Por esta razón el traductor ha de conocer las bases
legales de los contenidos a traducir así como las existentes en la cultura
meta, pero además debe ser fiel a las
estrategias de marketing de la empresa y adaptar el lenguaje a ello, un rasgo
tan importante como respetar la terminología de especialidad. Este tipo de labores a menudo se realizan por un equipo de
localización y traducción.
Localización de contenido web: LCW. Referente al contenido recogido en Internet, de
carácter mucho más abierto y dinámico; creado en lenguaje de etiquetado o lenguaje de marcas, más universal que el
lenguaje de programación.
El creciente éxito de la
traducción y localización de contenidos Web se debe a que Internet constituye
una importante vía de comunicación y expansión a nivel internacional, favoreciendo
el acceso a mercados globalizados. El contenido de la página web debe presentarse adaptado a la cultura meta; debe resultar "natural" para el receptor.
En cambio, la localización y
traducción de contenidos web también contiente ciertas complicaciones y obstáculos técnicos, relacionados con el formato de
creación que provoca a menudo problemas en el intercambio de contenidos de diferente
formato. Para evitar este problema, cada vez son más los formatos
estandarizados (como el formato TMX propio de las MT).
Conclusiones
Quizás una de las mayores diferencias entre ambos tipos de localización, si bien el proceso genérico es el mismo, sea el receptor. En este caso la
diferencia es innegable: mientras que para la LPI el cliente es el fabricante
del producto, para la LCW el cliente puede ser cualquier usuario de la red. Por ello, la primera tendrá un carácter más
personalizado y estático, mientras que la segunda deberá ser capaz de abarcar un perfil más y dinámico. La propia evolución de la Web, que dejó de ser 1.0 para fomentar y adaptar los entornos colaborativos en un etapa 2.0, y que actualmente se encuentra incluso en una fase 3.0 a causa de la globalización, hace que el dinamismo del proceso de localización sea total.
BIBLIOGRAFÍA:
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